La Cueva de Cascayunga es una cavidad formada hace millones de años por la infiltración de agua en el suelo, al disolver la roca caliza, formando cuevas, sumideros y un río subterráneo. Se ubica en un ecosistema de Selva Alta de montaña, en la Zona de Recuperación Conservación y Recuperación de Ecosistemas “Naciente del Río Negro”, a pocos minutos del poblado Perla de Cascayunga. La parte activa de la cueva mide aproximadamente 2 805 metros de recorrido desde la abertura de ingreso, sin embargo, de acuerdo a expediciones del Espeleo Club Andino (ECA) solo se ha explorado los primeros 300 metros. La entrada es un pequeño y angosto conducto de fósiles unidos a un río subterráneo; a medida que se realiza el recorrido se ve favorecido por la presencia de ambientes más amplios en donde se puede observar el discurrir de riachuelos interiores de agua cristalina. La cueva cuenta con diferentes galerías de aproximadamente 15 metros de altura y 3 metros de diámetro, constituidos generalmente por la presencia de estalactitas y estalagmitas de roca caliza. Al interior de la cueva, en la galería fósil del sector final, se ubica la Galería de las Fuentes, un pequeño afluente de agua que termina con una chimenea de 20 m. Los diversos ambientes de la cueva sirven de hábitat natural a murciélagos, arañas y otros tipos de insectos. Por otro lado, en los alrededores de la entrada se puede apreciar abundante y exuberante vegetación propia de la zona de Selva Alta, así como plantaciones agrícolas e instalaciones ganaderas. La causa de interés turístico del recurso es la majestuosidad de sus salas, con espeleotemas de llamativas formas, con potencial para el desarrollo del turismo de aventura.
No arrojar residuos y seguir las normativas locales es esencial para mantener la belleza y la salud de nuestros destinos turísticos. Con responsabilidad y respeto, protegemos la naturaleza y las comunidades que hacen posible estas experiencias únicas. ¡Disfruta tu viaje y contribuye a un turismo sostenible!